Una decisión, un sentimiento

   

     Es algo que he estado pensando y planeando desde hace un tiempo y finalmente se dio.

¿No les ha sucedido que han esperado algo un tiempo y cuando se da no están seguros si es lo que en realidad quieren? Bueno, a mí sí y me paso esta semana.

Desde hace un tiempo apliqué y empecé con mi proceso de Au Pair Francia; para quien no lo conoce es básicamente irme a cuidar niños a otro país mientras aprendo el idioma, la cultura, tengo un sueldo y además tengo todas las comodidades, alimentación, transporte y hospedaje; todo por un año.

¿Y qué tiene que ver todo lo anterior? Bueno, sucede que el fin del programa es encontrar una familia con la cual creas que te la puedes llevar bien, ya que vas vivir con ellos, por un año. Después de encontrar familia empieza el proceso en el cual me encuentro yo.

Encontré una familia, sensible, considerada y casi perfecta pero no sé, aunque ya acepte ser parte de su familia por un año, aún tengo mis dudas y no precisamente respecto a la familia o lo que voy hacer allá, no, sino el hecho a estar un año lejos de todo lo que conozco y quiero, me encanta mi país, mi ciudad y mi pueblo, ninguno de los tres es perfecto, pero es lo que conozco y lo que quiero y se cómo funciona, para bien o mal. No sé si sea capaz de aguantar un año lejos de tantas cosas, en especial mis niños (mis mascotas), y si para muchos puede ser una tontería, pero es lo que más amo en el mundo. Se me hace un nudo en la garganta de solo pensarlo; claro, no todo será malo, también hay cosas buenas, al fin podré conocer Francia y fácilmente podré viajar a Italia, España y quizá Alemania. Todo un sueño. En realidad, es algo que quiero, creo, hacer ya que es una oportunidad de vivir experiencias nuevas, madurar y enfrentarme a cosas que quizá no tenga la oportunidad de hacer acá.

¿Y si en realidad lo que quiero no es lo que quiero?

Tendré que descubrirlo, de una u otra manera.