Yo


Es tan complicado y a la vez tan sencillo hablar de sí mismo, pero ¿por dónde empezar?

Amo los animales, mucho más que a las personas, me encanta cocinar, aunque antes era un desastre en esto; soy super buena haciendo amigos y conociendo gente, pero para conservarlos no tanto, con el tiempo, los años, te das cuenta qué es más importante la calidad y no la cantidad (aplica para todo), que no todos los que se hacen llamar tus amigos lo son y que no siempre quieren lo mejor para ti. No soy precisamente una persona negativa, pero digamos que veo el vaso medio vacío, intento verle el lado positivo a las cosas, pero no me alcanza; desde pequeña he tenido mi tan característico “mal genio” o “carácter” y según recuerdo, nunca me he quedado callada cuando considero que las cosas no son justas, en lo que a mí respecta.

Siempre he sido de pocos amigos, como mencioné antes, en mi salón, no tuve ninguno y rara vez hablo con mis compañeros de ese entonces. Tampoco he sido muy buena en “relaciones” ya que no he tenido una que en realidad cuente, solo mis novias (de Guatapé y en la U), aunque en realidad no me gustan las mujeres; los hombres que conozco, suelen querer solo una cosa de mí, si, justo eso que debes de estar pensando, y como yo no soy de “esas” eventualmente dejan de hablarme porque no les doy lo que quieren o buscan; aunque sigo sin entender porque ya que no soy una persona, o al menos así me considero, sexual o muy sexy o con grandes atributos, tengo el cuerpo de una niña de 15 años, pero las de antes, no las de ahora, ya que las de ahora “Oh my god”, siento que me ‘alimentaron’ con el suplemento equivocado.

No sé si es por mi manera de ser, pensar o que se yo, que nada funciona, seguramente hay un patrón en mis elecciones, como me dijo un amigo hace poco o porque como me dijo otra amiga, soy tan tierna y dulce como una mantis religiosa. Aunque quizá sea porque tengo un “carácter” fuerte el cual es jodidamente, casi imposible, difícil de cambiar ya que mis adorados progenitores son iguales y aunque quiera o no, salí como ellos, lo mejor y lo peor.

A lo que me lleva a otra parte de mi vida, mi familia, jmmm, algunos de ustedes saben la difícil, complicada, y demás sinónimos, para no alargar el asunto, que podrían describir como es mi familia. No es precisamente el paraíso ni tampoco el infierno, pero a veces se acerca más a una que a otra…
Por lo anterior y tantas otras cosas no tan buenas que me pasan, es que hago tanto curso y cursito, distracción, no quiero a la gente y prefiero a los animales; intento enfocar mi atención en otras cosas, “las buenas”, para que las malas, pensamientos especialmente, no terminen absorbiéndome, un poco exagerado, pero es algo así.


Algo abrupto el cambio, pero bueno, mejor darle un final a esta entrada o de lo contrario me extendería demasiado, terminaría repitiendo palabras y además está el hecho de que mis escritos en este blog no suelen ser largos. 

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