El Acontista

"Yo, señor, soy Acontista
Mi profesión es hacer disparos al aire.
Todavía no habré descendido la primera nube.
Mas. La delicia está en curvar el arco
y en suponer la flecha donde la clava el ojo.
Yo, señor, soy Acontista" (León de Greiff)

     Un cuarto de litro de vino rosé, una porción de torta de doble chocolate y mi libro favorito; mi compañía para esa noche de viernes en la que decidí no quedarme en casa. Quizá por el hecho de que mis compañeros decidieron salir y celebrar el cumpleaños de uno de ellos; así que decidí unírmeles, a mi manera, y salir. Decidí que era una noche para mí y como era una noche para mí, decidí tomarme mi tiempo y organizarme debidamente, no dejar nada de lado, cabello, maquillaje, todo.
Finalmente pude salir y dirigirme a ese lugar que desconocía horas atrás, como el paraíso debe ser, pensé, ya que, en este lugar, de acuerdo con la página oficial, iba a encontrar algunas de las cosas que más me gustaban; vino, postres, comida de sal, buena música y libros.
Llegue al lugar, que por cierto se llama “El Acontista”, y casi todo fue de mi agrado. Era un viernes en la noche, el lugar estaba casi lleno, a excepción de dos mesas y en una de ellas me senté yo. Al principio me sentí un poco inquieta e incómoda, ya que era la única persona que estaba sin compañía en ese lugar y, por ende, sentía que la gente me miraba un poco extrañada. Al cabo de un rato dejo de importarme o quizá, dejaron de mirar o quizá, nunca me vieron; no lo sabré.
Saque mi libro y retome donde antes había dejado; eventualmente llego mi pedido y no pude evitar saborearme en cuanto lo vi.
Mientras pasaba las paginas; la noche. Entre sorbo y sorbo; pensaba en mis compañeros que debían de estar bailando, tomando y celebrando; en él y si quizá también estuviese pensando en mí. Un trozo de torta a mi boca y un sorbo de vino para el “alma”. Una página más y un capitulo menos. La copa cada vez tenía menos vino y el plato cada vez estaba más “limpio”. Cerré el libro, tome el ultimo sorbo de vino, me dirigí a pagar la cuenta y salir de aquel lugar; prometiéndome a mí misma, tener más noches como esas y menos como las anteriores.

Comentarios

  1. Hola Daniela, espero te encuentres bien, me gustó tu escrito y la idea que desarrollas. El comienzo citando a León de Greiff fue novedoso. Lo de celebrar con tus compañeros pero a tú manera fue algo “no convencional” que no todo el mundo sería capaz de hacerlo.
    Con respecto al final cuando mencionas que te prometes a ti misma tener más noches como esa y no como la anteriores le dio un final melancólico a tu escrito, incluso, logró generarme un poco de tristeza y recordar que no todos los fines de semana son felices, rodeados de personas y haciendo lo que nos gusta, hay algunos que son solitarios, silenciosos y vacíos.
    Y respecto a la ortografía hay algunas tildes que se te escaparon, la mayoría de ellas en el párrafo cuatro: Saqué, retomé, llegó. Y en el párrafo cinco, tomé.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares